Todos los meses que han pasado desde el último Púe London! en octubre ponen de manifiesto dos cosas: que el tiempo pasa muy deprisa y que mi gandulería se agrava con el frío. Y con más frío y menos tiempo, ya hemos consumido buena parte de este 2012.
Mientras sonaban las campanadas y empezaba el Twenty Twelve me di cuenta que iba a ser un año “especial” (sí, el mismo “especial” con el que se califica a los niños raros o a las tallas grandes). Para mí -como para muchos otros jóvenes españoles- el primer año como emigrante en el extranjero. Divagando un poco, también es un año “especial” para las ciudades de Londres y Yecla. Vuelve a parecer absurdo compararlas, pero de eso ha tratado siempre este “experimento” Púe London! (welcome to series two).
Londres en 2012 es ya una marca. O en eso están empeñados. En los próximos meses, la ciudad llega a un punto clave dentro de su particular proceso de renovación: los Juegos Olímpicos de verano. No son pocos los que opinan que Londres no necesitaba meterse en este “fregao”: una inversión enorme, molestias para los londinenses, y una profunda reestructuración en áreas como el urbanismo o el transporte. Todo esto envueltos en una crisis económica sin precedentes (sí, aquí también ¡yuju!), además de una cierta crisis social, por ahora solo evidente a través de pequeños focos de violencia como las riots del pasado agosto. Los objetivos que los políticos londinenses se marcaron siguen siendo solo objetivos: impulsar el sentimiento de unidad de una ciudad hecha de retales –con mil y una nacionalidades, como la nacionalidad yeclana- y renovarse para seguir siendo una ciudad puntera en el mundo. A finales de julio comenzaran los juegos. Los resultados –también económicos y sociales- tardaran bastante más en llegar.
Yecla en 2012 es... ya no es lo que era. O eso nos empeñamos en creer. Como contaba el amigo Val, Yecla es hoy una ciudad asustada, obsesionada con la crisis económica y, como consecuencia de esta “pesahombre” general, sumergida en su propio victimismo y pasividad. Por eso este 2012 es un año muy importante. Es el año en el que (deberíamos) cambiar nuestra actitud, nuestra mentalidad colectiva y empezar a levantarnos. Está claro que no tenemos Juegos Olímpicos ni grandes infraestructuras (ni siquiera básicas como una autovía…), pero nunca debimos haber olvidado lo que sí tenemos y siempre hemos tenido: un enorme sentimiento emprendedor y una gran capacidad de reinvención. Mientras Londres intentará en 2012 “continuar estando ahí”, en el caso de nuestra Yecla necesitamos más bien “volver a estar”, sobrevivir. Salir adelante UNA VEZ MÁS.
En este año “especial” (si, otra vez ese tipo de “especial”) a mí también me toca encontrar mi lugar aquí, en una ciudad quizás demasiado guay para un “zagal” de pueblo. Espero encontrarlo, que Londres siga siendo “lo más” y que Yecla siga siendo Yecla para que los que nos hemos ido tengamos un sitio donde volver (y para poder seguir haciendo estas comparaciones absurdas en los Púe London!). Ya han pasado las primeras semanas de 2012. No perdamos más tiempo.