22 febrero, 2012

Ep. 13: El veinte doce (tres lugares)

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Todos los meses que han pasado desde el último Púe London! en octubre ponen de manifiesto dos cosas: que el tiempo pasa muy deprisa y que mi gandulería se agrava con el frío. Y con más frío y menos tiempo, ya hemos consumido buena parte de este 2012. 

Mientras sonaban las campanadas y empezaba el Twenty Twelve me di cuenta que iba a ser un año “especial” (sí, el mismo “especial” con el que se califica a los niños raros o a las tallas grandes). Para mí -como para muchos otros jóvenes españoles- el primer año como emigrante en el extranjero. Divagando un poco, también es un año “especial” para las ciudades de Londres y Yecla. Vuelve a parecer absurdo compararlas, pero de eso ha tratado siempre este “experimento” Púe London! (welcome to series two).


Londres en 2012 es ya una marca. O en eso están empeñados. En los próximos meses, la ciudad llega a un punto clave dentro de su particular proceso de renovación: los Juegos Olímpicos de verano. No son pocos los que opinan que Londres no necesitaba meterse en este “fregao”: una inversión enorme, molestias para los londinenses, y una profunda reestructuración en áreas como el urbanismo o el transporte. Todo esto envueltos en una crisis económica sin precedentes (sí, aquí también ¡yuju!), además de una cierta crisis social, por ahora solo evidente a través de pequeños focos de violencia como las riots del pasado agosto. Los objetivos que los políticos londinenses se marcaron siguen siendo solo objetivos: impulsar el sentimiento de unidad de una ciudad hecha de retales –con mil y una nacionalidades, como la nacionalidad yeclana- y renovarse para seguir siendo una ciudad puntera en el mundo. A finales de julio comenzaran los juegos. Los resultados –también económicos y sociales- tardaran bastante más en llegar.

Yecla en 2012 es... ya no es lo que era. O eso nos empeñamos en creer. Como contaba el amigo Val, Yecla es hoy una ciudad asustada, obsesionada con la crisis económica y, como consecuencia de esta “pesahombre” general, sumergida en su propio victimismo y pasividad. Por eso este 2012 es un año muy importante. Es el año en el que (deberíamos) cambiar nuestra actitud, nuestra mentalidad colectiva y empezar a levantarnos. Está claro que no tenemos Juegos Olímpicos ni grandes infraestructuras (ni siquiera básicas como una autovía…), pero nunca debimos haber olvidado lo que sí tenemos y siempre hemos tenido: un enorme sentimiento emprendedor y una gran capacidad de reinvención. Mientras Londres intentará en 2012 “continuar estando ahí”, en el caso de nuestra Yecla necesitamos más bien “volver a estar”, sobrevivir. Salir adelante UNA VEZ MÁS. 

En este año “especial” (si, otra vez ese tipo de “especial”) a mí también me toca encontrar mi lugar aquí, en una ciudad quizás demasiado guay para un “zagal” de pueblo. Espero encontrarlo, que Londres siga siendo “lo más” y que Yecla siga siendo Yecla para que los que nos hemos ido tengamos un sitio donde volver (y para poder seguir haciendo estas comparaciones absurdas en los Púe London!). Ya han pasado las primeras semanas de 2012. No perdamos más tiempo.




02 febrero, 2012

Espiral enfermiza de rascas [ACTUALIZADO]

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El sábado fui a comprar al Tesco y, como llevaba menos de 5 artículos, hice la cola "rápida", que es también en la que venden tabaco, alcohol, y participaciones de juegos de azar (euromillones, rascas, monopolys...).

No soy de jugar -de hecho no llevaba ni un décimo para la lotería de Navidad- pero me dio por comprar un rasca de 1 libra. 


En estos rascas tienes que descubrir todas las cantidades y si tienes 3 iguales, ganas ese importe (los premios pueden ser 1, 2, 5, 10, 15, 25, 50, 100, 1000, 5000 o 100.000 libras)

El sábado gané 5 libras, por lo que pensé en "re-invertirlas" en 5 rascas para seguir probando suerte.

Esta ha sido la progresión:

SÁBADO compro 1 rasca - gano 5 libras
DOMINGO compro 5 rascas - gano 2 libras 
LUNES compro 2 rascas - gano 5 libras 
MARTES compro 5 rascas - gano 7 libras
MIÉRCOLES compro 7 rascas - gano 10 libras
(Hoy )JUEVES compro 10 rascas - he ganado 46 36 libras
La ristra (Mejide) de hoy
Cuando gané las 7 libras ya me pareció de nivel intermedio de ludopatía re-invertirlas en 7 rascas nuevos. Con 10 también. Y ahora con 36... Mi madre me ha advertido sobre los peligros de los rascas (?), pero, técnicamente, sólo he invertido 1 libra.

¿Qué hago? 

¿Compro 36 rascas?

¿Compro menos rascas con una parte?

¿No se me acabará la suerte si compro menos de 36 rascas?

¿Habré gafado mi suerte al ponerlo aquí en el blog?



To be continued...


[ACTUALIZACIÓN]
La mayoría de los consejos de algunos amigos en Facebook o Twitter fueron del tipo "Juégatelo todo", o "¡Todo o nada!". Así que seguí esa actitud tan del "Un, Dos, Tres" de "Hemos venido aquí a jugar". Quizás debería haber pensado que es la actitud correcta... cuando no está en juego tu dinero...

La progresión continuó acabó así:

SÁBADO compro 1 rasca - gano 5 libras
DOMINGO compro 5 rascas - gano 2 libras 
LUNES compro 2 rascas - gano 5 libras 
MARTES compro 5 rascas - gano 7 libras
MIÉRCOLES compro 7 rascas - gano 10 libras
JUEVES compro 10 rascas - gano 36 libras
VIERNES compro 36 rascas - gano 15 libras
SÁBADO compro 15 rascas - gano 11 libras
DOMINGO compro 11 rascas - PIERDO TODO
11 rascas sin premio
El punto de patetismo máximo fue tener que comprar 36 rascas en tres sitios distintos (por aquello de que no llamasen a la Brigada Anti-juego-de-ancianas). Patéticos sobre todo cuando estás con amigos y les dices "Vuelvo enseguida, tengo que ir a llamar por teléfono" y tardas tres cuartos de hora porque te has tenido que cruzar 3 distritos postales de Londres buscando un paquistaní que venda rascas de 1 libra. Patético es poco.

MORALEJA: No hay moraleja. Esto era azar, pura suerte. Al menos, me alegro de haberme gastado sólo 1 libra y de no tener que ir cada día a comprar rascas.

Fin de la historia